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EDUCACION, trabajo de todo un pueblo
febrero 20, 2009, 12:48 pm
Filed under: Jesús Fernández

jesus_fernandez2La mayoría de los pedagogos más avanzados sacan a relucir el viejo dicho africano de que “se necesita todo un pueblo para educar a un niño”. Para nosotros, en nuestro momento concreto, la sabia y vieja frase, tiene plena actualidad.
La educación es uno de los temas que afloran en esta campaña electoral; pero lejos de ser una de las lides partidistas, debería ofrecer el lado más generoso, dialogante y consensuado de los partidos políticos. La sociedad avanza a un ritmo muy superior del que somos conscientes. A Ibarretxe, refiriéndose a la dinámica de la sociedad, le gusta comentar en los mítines que tres meses de gestión del gobierno (refiriéndose a todo lo que hay que canalizar desde las elecciones hasta un nuevo gobierno) equivalen a trescientos años de la Edad Media. Y éste es es uno de los puntos importantes que debemos tener en cuenta en la adecuación del Sistema Educativo y la propia sociedad, que ésta avanza mucho más rápido que aquél.
Si preguntáramos a los aitas y amatxus cómo quisieran que fueran sus hijos e hijas dentro de 25 años nos contestarían con frases como: que sean felices, que sean autónomos/as, que sepan defenderse en la vida, que tengan trabajo, que sean libres,….y seguramente el orden de las respuestas no diferiría mucho de éstas. La pregunta no deja de ser puñetera: ¿preparamos a nuestros chicos y chicas para esos fines?. La pregunta que nos hacemos muchos docentes también va unida con la anterior: ¿educamos para tener piezas para mantener un sistema productivo o para crear células vivas de una sociedad?.
Llevamos décadas, por no decir más de un siglo, afanados en la enseñanza ordenada por materias, conceptos científicos que han variado poco en los libros, estructuras rígidas de horarios y espacios, repetición fideligna de lo que otro dice y que se utiliza para evaluar, filtrar y clasificar la sociedad, con la finalidad de mantener un sistema heredado que también se nos desmorona.
La complejidad del mundo educativo es de tal magnitud y la evaluación del mismo tan subjetiva, que suscita miles de polémicas, que en vez de acercarse en la solución, aumentan su distanciamiento.
La producción en una cadena fabril o la troquelería de piezas es la antítesis de la actividad docente, donde cada alumno/a debe ser diferenciado, perfeccionado y valorado. Las nuevas reformas educativas junto con las nuevas tecnologías, nos hablan más de trabajar las distintas competencias o inteligencias en los curriculums en detrimento de la enseñanza más tradicional.
Podríamos ir sumergiéndonos en más aspectos de este complejo puzzle que es el Sistema Educativo.  Salvando la diferenciación de las distintas etapas (Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria, Ciclos Formativos, Bachilleres y Universidad) y las versiones pública, concertada o privada, me parece más práctico y beneficioso aportar unas pinceladas de aspectos que debemos perfilar el color en nuestra red educativa obligatoria pública:
–    La educación es un trabajo de todos los sectores de la población. Comentan todos los estudios que lo que aporta un centro educativo a un alumno/a a lo largo de su formación no llega a la mitad del mismo. Es superior la aportación de la familia, nivel socieconómico y cultual,  sociedad, amistades, población, TV,  medios tecnológicos, etc…
–    Es necesario incorporar nuevas figuras en los centros educativos o participación parcial en los mismos de: educadores sociales, personas voluntarias, personal ocasional con experiencia en la vida, personas con fuerte tirón en otros aspectos sociales, agentes sociales…..
–    La estructura de organización de los centros y las materias debe tener menos rigidez y hermetismo.
–    El euskera no debe ser el centro del debate de las reformas. Un idioma no tiene la llave del buen hacer pedagógico; aunque tiene mucha importancia en él. Las orientaciones dadas por la Viceconsejería de Política Lingüística dan buena luz en este planteamiento.
–    El euskera es un aspecto muy importante de nuestro sistema educativo; pero la red educativa, ella sola, no puede llevar el peso de la euskaldunización de nuestro país. Es necesaria la co-participación de todos los sectores de la sociedad.
–    Los modelos lingüísticos han cumplido su ciclo y necesitan otra alternativa, porque han pasado de ser modelos linguísticos a ser modelos sociales; y esto no es bueno ni para el sistema educativo ni para la propia sociedad. Por otra parte la variedad geográfica y sociológica del País debe estar presente en los proyectos educativos de los centros.
–    El personal docente público de la comunidad tiene una edad media que pasa de los cincuenta. No se está dando un relevo profesional ni una transmisión de experiencia pedagógica. Es necesario introducir savia joven en el sistema que vaya succionando lo mejor de la docencia activa.
–    El denominado fracaso escolar debería ser realmente cero. La bolsa de “exclusión social” que se vaya fraguando desde una no-cualificación académica ni profesional desde los propios centros, la tendremos que mantener en un futuro con fondos sociales, aparte de soportar  todos los efectos colaterales problemáticos de estos colectivos. Es preciso desarrollar trayectorias formativas distintas para que los jóvenes no se queden descolgados en esta etapa tan delicada de la adolescencia y tengan más de un camino de reinserción social y laboral.
–    Los centros educativos, con todos sus recursos de espacios e infraestructura, no pueden quedar cerrados a las cuatro de la tarde. Quedan muchas horas para poder impulsar otros aspectos educativos para los jóvenes y otros sectores de la sociedad. Los edificios no son los txokos exclusivos de los estudiantes y docentes, sino lugares mimados por la sociedad para cultivar lo mejor de ésta: las personas y sus valores.
–    Las nuevas tecnologías deben tener una aplicación real entre nuestros educandos. La familiarización con estas herramientas es un trabajo de todos los sectores. Llenar de cacharrería informática los centros es un ejercicio presupuestario importante, pero no suficiente.

Los partidos políticos con mayor representación parlamentaria debemos hacer un esfuerzo titánico para que los consensos en educación tengan continuidad y un apoyo positivo de toda la sociedad. Se necesita toda la sociedad en el proceso educativo.

En nuestro programa se habla de trilingüismo, nuevas tecnologías, mimo a nuestro idioma propio, integración, diversidad, …..Por eso ha sido siempre uno de los Departamentos al que mayor presupuesto se le destina. Tengamos presente otro dicho chino que dice que si quieres cosecha para dentro de un año, siembra trigo; si lo quieres para dentro de treinta años planta árboles y si lo quieres para toda la vida, inviértelo en educación.

Publicado por: Jesús Fernández Ibáñez



La política humanizada
febrero 18, 2009, 3:59 pm
Filed under: Jesús Fernández

jesus_fernandez1El sábado pasado presenciamos un acto electoral en Vitoria-Gazteiz, con un buen nivel, tanto en oratoria como en mensaje político. Vimos a un Lehendakari maduro en su comunicación y claro en su contenido. Entendimos con emotividad las “licencias” que se tomó, porque el lugar era propicio y porque los detalles expresados eran algo más que un recurso retórico. Pero de todo el mensaje; aparte del recuerdo sentido y bien entendido a personas de la política alavesa como lo fueron Mikel Estabillo o José María Gerenabarrena, hubo una frase que me gustó y me emocionó: la política humanizada.
Sinceramente, si la política, las acciones, los programas, los proyectos,….no van encaminados a la persona individual y en su manifestación colectiva como sociedad, para qué sirven?. Reconocemos que son necesarias las macrocifras económicas, la imagen como comunicación, las infraestructuras como herramientas que facilitan el día a día, la producción como motor económico, la macro y micropolítica, la legalidad como un marco de referencia necesario,….pero si la política no tiene rostro humano para qué sirve?
Las ideas son necesarias; es más, sin ideas ni ideales, nunca podremos conseguir realidades mejoradas. Pero cada persona vivimos nuestro mundo, nuestra propia realidad, en parte conseguida y en parte impuesta. El mundo de las ideas y los ideales queda a veces tan lejos, que ni la palabra utopía hace honor a su nombre. Por eso se agradece cuando se habla de política con cercanía, de los problemas inmediatos del día a día, con mano tendida y con un único objetivo: la persona y su agrupamiento colectivo.
Me gustó la expresión y el mensaje: la política humanizada. Política con sonrisa agradable y mirada cercana, no perdida en el infinito. Con oídos para escuchar, no para oír, nos lo recalcó con énfasis Ibarretxe. Política con rostro agradable y amable, no con el hieretismo jerárquico. Política con distintos peinados, graciosos e imaginativos, pero no fruto de una permanente de peluquería o de un corte tipificado como si de una tribu se tratara. Política pincelada de distintos tonos de piel, pero con bastante ausencia de maquillaje. Política que susurra, habla y canta en su comunicación, evitando el grito y el desafino.
Nuestro programa está impregnado de esa politica humanizada que guarda en sus huchas más pesadas tres pilares necesarios y reclamados por la mano tendida del ciudadano/a: educación, sanidad y acción social.

Publicado por: Jesús Fernández